martes, 27 de septiembre de 2011

1938/1947 Segunda Guerra Mundial. Nacionalizacion del ferrocarril.


 
Mr. E. Macrae

Del Libro del Centenario de J.J. Deverill.
La cuarta década del Club comenzó auspiciosamente: el Club había crecido y tenía un lugar de preponderancia en el ambiente deportivo amateur.
Cinco deportes ocupaban a los socios en un ambiente, como ya dijimos, de camaradería y amistad. Sin embargo, nunca más ajustada la frase que titula a uno de los libros que escribió Sir Winston S.
Churchill: durante esos años, para quien mirara el futuro, en el horizonte «se cernía la tormenta».
A comienzos de la década finalizó su largo mandato Mr. Chiswell, dejando un club moderno y respetuosode sus tradiciones.
Lo sucedió Mr. H. St. E. Neville en 1939 y en1941 se hace cargo de la presidencia el Sr. H. Massy, quien venía colaborando activamente como miembro de la Comisión Directiva desde años anteriores.En 1942 lo reemplazó William Howell y en 1945 volvió a ejercer la presidencia H. Massy, siendo Vicepresidente R.V. Foulkes, Secretario W.K.Romero, Subcomisión edificio social: T.Woods y H. Sims. El Capitán de Tenis era D.Mc Hardy, el Capitán Bowls J.R. Lees y el Capitán de Cricket: H.Walker. En 1946 el Presidente fue Tomás P. Lucas y el Vicepresidente J.B. Clarke. Como siempre, el Secretario Honorarios fue Wenceslao Romero.
                                                                           
Sr. W. Howell
En 1940 se terminó de remodelar definitivamente la casa principal del Club, ampliándose los vestuarios y asegurando la doble entrada de los mismos, para prevenir enfriamientos luego del baño obligado.
El excelente equipo de hockey de damas volvió a salir campeón en 1941, generalmente integrado por Cecilia B. de McCrea Steele, Lilí López, Marie
Palmer, Yolanda Kent de Bremer, Lulú López (Capitana), Beryl Haigh, Queenie Christiansen, Elsie Thomas, Dorothy Parsons, Marjorie Hood, D.
Frank, N. Cálcena y Buntie Skidmore.
El equipo conquistó en los 18 partidos 60 goles, lo que arroja un promedio de 3,33 goles por partido y sufrió solo 11 en contra.
Convirtieron los goles: Hood 20, Lilí López 15, McCrea Steele 12, Lulú López 4, Christiansen 3, Unsworth 3, Haig 2 y Bremer 1.
Sr. H. Massy
Después de un intervalo de cinco años (los de la guerra), en que la atención del club estaba en otro lado, el hockey de damas volvió a ganar el campeonato en 1947.
Ese año solo sufrieron una derrota, contra el CASI, y tres empates. El equipo estaba compuesto
por Joan B. de Jones, Inés V.H. de Colombo, Molly Blades y Gracie M. de Codd, Elsie Oliver, Zulema S. de Alarcón, Edith E. de Walker, Betty de Galbraith, Daphne Boyce, Lulú López de Martínez, Lilí López y Bella Carroll (luego señora de G. Downes).
Una jugadora destacada de esta década fue sin duda la Sra. Yolanda Kent de Bremer.
Yolanda K. de Bremer
Los varones empezaron en esta década a armar un equipo que años después daría que hablar.
La guerra había llevado a que muchos jugadores se presentaran voluntarios, y en 1942 el Club
no presentó equipo de hockey de caballeros.
Ante esta situación, algunos jugadores, muy jóvenes ellos, comenzaron a reemplazar a los «históricos » en el primer equipo, y estos son algunos de sus nombres: Mario Grater, Richards, Alarcón, Poole, Colombo, Bremer, Murphy, Bendixsen, George Downes, Wray Middleton, Whitelow, Silvetti, Jones y Helkier.
Equipo de 1943 de Primera División
Parados: B. Bendixsen, U. Colombo, P. Bremer, Helkier, H. Moser ,W. Middleton,
Sentados: G. Downes, D. Mc Hardy, O. Arata, R. Richards y B. Harnan.
Este último como muchos de los antedichos, jugaba tanto al hockey como al rugby, entendiendo
que lo más importante era jugar, representando a su club. Como la gran mayoría, en su edad madura optó por las bowls, para no permanecer alejado del deporte.
En 1947, ya asentada la nueva camada y con un par de jugadores de excepción, Pacific ganó el Campeonato Competencia, que se jugaba al finalizar elCampeonato, con un muy buen equipo, formado por: U.Colombo, L. Donnelly, P.Bremer, J. Wilson, R. Richards, L. Samuels, M. Grater, D. Carroll, G. Downes, P. Davies, W. Middleton, O. Arata y A. Anderson.
Entre otros acontecimientos,en 1947 Mr. Chiswell,que fue presidente durante casi 20 años, se jubiló y se retiró a Córdoba, por lo que fue nombrado Socio Honorario.
Para revitalizar el alicaído cricket, se contrataron los servicios de un Profesional, cuyos gastos se
sufragarán entre todos los Clubes que practicaban este deporte.
El Colegio San José y el Club Old Georgians (que se había vuelto a inscribir en la UAR después
que sus jugadores volvieran de la guerra) solicitaron el uso de las canchas de rugby, a lo que se accedió, aunque el segundo rápidamente decidió jugar en las canchas del Colegio San Jorge, en
Quilmes. El Devoto School utilizaba las instalaciones del club para el «ejercicio físico» de sus alumnos, que cada vez tomaba más importancia en el programa anual, y realizaba sus «Sports» anuales llenando el club de jóvenes y niños.
En 1947 murió el ex presidente H.Neville, de recordada memoria por su labor de muchos años y
como sucedía anualmente la Sociedad de la Comunidad Británica solicitó las instalaciones para hacer sus festividades.
Pacific vivió, como dijimos, intensamente los años de la guerra. Quien no tenía un pariente en Gran
Bretaña, que era bombardeada diariamente por la Luftwaffe, tenía un hermano, primo o amigo
enrolado en el Ejército, la Aeronáutica o la Marina
británica. La lista incompleta de los socios que prestaron servicio en la Segunda Guerra Mundial es la siguiente:
Santiago Carroll, Ian Foggie, John Foster, John Tointon, George Stanley King Prime, Kenneth Gapp, John Vowles Palmer, Reginald H. Rogers, Eric Suger, Stanley P. Thomas, Eduardo Jones, Philip Crapper, Shirley Moffat, Helen Fowler, Brenda Tointon, Vivienne Crapper, Vera Gordon, Catalina Palmer, Phyllis Rogers, Gilbert Dannevig, Doran Foggie, Peter Haal, William Hutchinson, Victor Trapper, M.J.Runnett y J.D. O’Ryan.
Como es de suponer, muchos de ellos nunca volvieron y descansan en las arenas del norte de África, en las playas de Normandía, en las junglas de Birmania o en el fondo del mar. Vaya nuestro humilde homenaje a todos ellos.
La Comisión Directiva en el año 1946 decidió crear un «Roll of Honour» en el que figuraran los
nombres de todos los socios que participaron en las dos guerras mundiales, especialmente en recuerdo de los caídos, pero esto nunca se realizó.
Durante estos años, se brindaron todas las instalaciones del Club a los Capitanes de la Marina Mercante Británica, cuyos buques estuvieran anclados en Buenos Aires.



Sin embargo, no fueron todas alegrías al final de la década. Las negociaciones para el traspaso de
las líneas ferroviarias a manos del estado Argentino empezaron en 1946 impulsadas por Miguel Miranda, presidente del Consejo Económico Nacional El General Juan Pistarini, Ministro de Obras
Públicas, intentó que la nacionalización se produjera una vez que se efectuara el reemplazo del material de vía y obras, que el contrato obligaba para 1952, sin embargo rápidamente se concretaron las negociaciones y el 13 de febrero de 1947, adquiriendo el Estado los Ferrocarriles a cambio de la deuda que Gran Bretaña tenía con nuestro país a causa de la exportación de materias primas durante la guerra.
Por nuestro país firmaron ese acuerdo: Juan A. Bramuglia, ministro de Relaciones Exteriores y
Culto, Ramón A. Cereijo, ministro de Hacienda, Orlando Maroglio, presidente del Banco Central y
el nombrado Miguel Miranda. Por Inglaterra lo hicieron: sir Reginald Leeper, embajador de Gran
Bretaña en nuestro país y sir Clive Latham Baillieu, jefe de la misión comercial inglesa.
Al respecto no todos los sectores apoyaron en el Reino Unido la venta de los ferrocarriles a la Argentina, Sir Winston Spencer Churchill, entonces jefe de la oposición, acuso al partido laborista de miopía política al haber desaprovechado la oportunidad de formar una compañía mixta, asegurándose de ese modo la continuidad de la influencia británica en la argentina. Señaló ácidamente que el laborismo había vendido los ferrocarriles para «pagar por la dentadura postiza de Gran Bretaña», refiriéndose al servicio nacional de salud, que incluía la odontología y se implementaría en breve con el dinero de la venta.
El precio final fue de 150 millones de libras, ode 2.482 millones de pesos.
Ya los ferrocarriles no eran británicos, entre ellos el ferrocarril de trocha ancha denominado de Buenos Aires al Pacífico, que pasó a llamarse General San Martín, y para muchos esto implicaba inesperados cambios en el Club. Todas eran dudas y comentarios:
¿Qué pasaría con Pacific en los próximos años?

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