miércoles, 17 de agosto de 2011

El Gran Capitán.

El hockey de San Martín en caballeros fue el último equipo en descender de categoría, durante muchos años fue conocido como el "fantasma del descenso", pero quizá el descenso de 1987 fue el más duro. Quince años penamos en la categoría B, hasta que con la ayuda de varios técnicos (ya les dedicaremos una entrada especial) en el año 2002, logramos el tan ansiado ascenso. Con el esfuerzo enorme de un gran grupo, y la convicción de una pesona que influenció y sigue siendo un orgullo del club. Actualmente vive en Mendoza, (extraña coincidencia con El libertador) esta esperando su segundo hijo, y sigue en actividad en el club Andino, pero no lo imaginamos con otra remera.

Luciano Brigante por Matías Wilson.
"Había sólo una manera de saber que ya tendría el sueño cumplido. Y era simplemente saber que contaría contigo. Durante toda una vida. Pero sobre todo, durante todo un camino. Me enseñaste algo que solo vos pudiste haberlo hecho Y fue: "Siempre mantente de pie, como sea". Casi 30 años se validan en cualquier momento de los que vivimos. Una bocha fue una excusa perfecta para vivir esta utopía que nos propusimos. Y que cumplimos. Esta es una de las historias más felices de mi vida, de esas que perduran, de esas que trascienden la propia vida. Tu amistad es mucho mas que eso y San Martín y el hockey fueron testigos.
Te quiero con el alma amigo"

Las palabras de Matias resumen todo...

1910 Llega el rugby al club de la mano del Buenos Aires Football Club. ¡El hockey furor!

Del Libro Centenario de Juan Jose Deverill.
Ese año trajo por primera vez el rugby a nuestro Club. Buenos Aires Football Club jugó un partido de práctica el 3 de Abril en las instalaciones de Santos Lugares, enfrentándose dos teams: uno con la tradicional vestimenta azul y otro, denominado «colores» que vestía distintas camisetas.
              Se marcó una cancha y se instalaron las «haches en el predio, de tal manera que BAFC jugó toda la temporada en el Club. La crónica lo celebró, y podemos citar textualmente a The Standard: «Por varios años se ha visto al viejo Club de la Ciudad ir de cancha en cancha. pero por fin
esta temporada han encontrado lugar en los espaciosos campos de PRAC en Santos Lugares».
Sin embargo los deportes que más habían arraigado eran sin duda el Cricket y el Hockey. Eran muchos los aficionados que se daban cita cada fin de semana o en los muchos feriados que entonces tenía el calendario para practicarlos. Tantos que el Club se vió en la obligación de avisar a través de los medios que no tenía palos de repuesto y por lo tanto quien quisiera jugar
debía llevar su correspondiente «stick». El 1 de Mayo toda la Argentina, que se preparaba
para celebrar el Centenario de la Revolución de 1810, se conmueve con la noticia: El hombre había triunfado sobre la naturaleza, y estaba abierta la vía férrea a través de los Andes. Ya era una realidad el nombre esperanzado que se le había dado al Ferrocarril: De Buenos Aires al Pacífico. El trasbordo se hacía en Mendoza y de allí cómodos vagones trepaban las montañas a más de 3.500 metros de altura, con auxilio de poderosas cremalleras, para descender luego por la cuesta de Chacabuco hasta el valle de Santiago de Chile. El júbilo que embargaba a la floreciente colectividad británica y que le había llevado a preparar las más espectaculares fiestas para el 25 de Mayo, se vió violentamente oscurecido por el fallecimiento del Rey Eduardo VII, «El gran amigo de Argentina» y el «Rey Dandy» como se lo denominaba frecuentemente.
El hijo de la Reina Victoria había reinado poco más de ocho años, después de una espera de sesenta. Pero nuestro país no olvidaba que su laudo arbitral nos había concedido gran parte de la Patagonia, luego de agrio y largo diferendo con Chile, que estuvo a punto de resolverse
por las armas. Así fue que el 7 de Mayo todas las banderas se colocaron a media asta y el luto severo se guardó por tres días en todo el país.
La delegación del Reino Unido suspendió su viaje para asistir a los festejos y la colectividad canceló las reuniones, los espectáculos y los bailes de gala que había preparado para la Semana de Mayo.
Sólo se siguió adelante con las justas deportivas, y por eso y como parte del «climax» de festejos nuestro Club jugó un memorable partdio de hockey con Belgrano Athletic el 29 de Mayo, en Santos Lugares y la revancha en Belgrano el 4 de Junio.
Para ese importante acontecimiento, los llamados «Partidos del Centenario», el equipo de PRAC se alineó de la siguiente manera: H. Stone, A. Tatton y P. O’Brien; E. Parkinson, S. Roswell y A. Mason; H. Dunlop, L. Hannan, D. Chalk, B. Lokes y B. Dain.
Las reservas fueron: Dyke, Poultney, Colcutt, Tollast y Other.
El 15 de Junio el Club anunció que se había inaugurado un «golf course» de nueve hoyos en Sáenz Peña, la nueva estación que se estaba construyendo «cerca de Devoto», y aseguraba que a pesar de la lluvia los links estaban en muy buenas condiciones y «se podía lograr un buen juego». Se aceptaban otros socios además de los ferroviarios y el fee anual ascendía a $ 10. Creemos que esta es la primera noticia que sitúa la actividad deportiva en el lugar que actualmente tiene nuestro Club, cercano a los talleres Alianza, pero que ya no se denomina Santos Lugares.
Todo el invierno fue prolífico en actividad deportiva, y se jugaron varios partidos de hockey, con excelentes resultados. Numerosos triunfos y empates colocaron a Pacific en el segundo lugar en la «tabla de amistosos» que se confeccionó al finalizar la temporada, sólo por debajo de Belgrano Athletic «A», que ganó todos los partidos que jugó.
Debemos señalar el vertiginoso crecimiento del Hockey, que en sólo dos años contaba con nueve equipos que participaban en forma regular. Lomas Athletic, BAGS, Belgrano «B», San Isidro
A. C. II, San Isidro A. C. I, Buenos Aires Hockey Club siguieron a nuestro Club, cerrando las posiciones Junín, que jugaba intermitentemente por razones de distancia.
Fue justamente con estos «primos» de la Provincia de Buenos Aires que PRAC jugó un brillante partidoganando por 4 a 2, pero en su visita a Junín cayó por 3 a 1, en lo que la crónica recuerda como un « inesperado traspié, debido a que quizás no se recuperaron del viaje». (Como puede verse las excusas son tan poco originales antes como ahora...)
Sobre este partido sin embargo, podemos mencionar un rasgo de caballerosidad que es en sí una verdadera lección para todos aquellos que practican un deporte. Cuando el Sr. Anderson, que jugaba para Junín «recibió un feo golpe sobre un ojo y tuvo que dejar el campo de juego, uno de los jugadores contrarios salió con él, para darle ayuda si fuera necesario (y para no obtener una ventaja circunstancial sobre el adversario) y el partido continuó con 10 hombres por lado».
Esto es lo que entendían nuestros mayores por «fair play». No lo declamaban. Lo ponían en práctica.
Como acotación, podemos mencionar que para Junín jugaron: Bell, Viver y Barton; Fraser, Reid y Crook; Anderson, Chapman, Cripps, Williams y Rankin. Para Pacific: Stone, Tatton y O’Brien; Roswell, Parkinson y Clarke; Dunlop, Dyke, Mason, Poulney y Dain.
La Argentine Hockey Association tenía motivos para festejar: dos de sus fundadores habían salido en primer y segundo lugaren el año y finalmente se recibió el telegrama por el cuál se le comunicaba que el Cuerpo de Gobierno de la Asociación Inglesa de Hockey la reconocía y colocaba «al mismo nivel de otras Asociaciones coloniales y extranjeras».