lunes, 15 de julio de 2013

Champions Trophy 2008. A un lustro de la consagración

A cinco años de la mayor conquista, del hockey masculino en toda su historia, publicamos esta nota de hockeyrd.com # 4, para reconocer la última actuación de un jugador de San Martín en el plano Internacional, para motivarnos y seguir trabajando hacia el futuro....
 
(crédito hockeyrd.com revista digital)
                                                                                                                                                                         Foto Diario Olé
                                                                                    

En junio se cumplen cinco años del último gran logro del hockey masculino a nivel internacional: el tercer puesto en el Champions Trophy Rotterdam 2008. Lucas Cammareri y Agustín Corradini, dos de los protagonistas de aquella historia, recordaron la hazaña.
 
No hace falta viajar muy lejos en el tiempo para revivir con recuerdos el último gran logro del seleccionado masculino en el plano internacional. Sólo hay que mirar hacia atrás y detenerse en 2008, cuando Argentina se subió por primera vez a un podio en un Trofeo de Campeones con una histórica medalla de bronce; un campeonato que contó con el especial condimento de haber dejado en el camino a Holanda, el local, en dos oportunidades.
"Veníamos de quedar afuera de los Juegos Olímpicos Beijing 2008, así que el Champion Trophy para nosotros era el torneo más importante del año. El objetivo era hacer un buen papel", recordó Lucas Cammareri sobre el certamen que se inició un 21 de junio, con un inesperado 2 a 2 frente a Alemania. "Fue un resultado que influyó desde lo anímico. Creo que el debut siempre marca un poco el rumbo de un equipo en el torneo, tanto para bien como para mal. Y haber hecho un gran partido con los alemanes nos llenó de confianza para lo que venía después", agregó Lucas.
Luego del buen debut, el conjunto dirigido por Carlos Retegui enfrentó otro duro rival: Australia ¿El resultado? Victoria por 2 a 1. "Fue algo maravilloso y no era la primera vez que lo lográbamos. A mi criterio aquel equipo australiano marcó una etapa en el hockey moderno con sus sistemas de presión y la calidad de sus jugadores", comentó Agustín Corradini sobre el partido en el que le tocó ingresar como suplente.
Sorprendiendo a todos, Argentina llegó a la tercera fecha sin derrotas y con cuatro puntos, pero el seleccionado no tendría descanso, ni tiempo para relajarse. En frente esperaba Holanda, el dueño de casa. "Jugar contra ellos y en su territorio es sinónimo de mucho público y de un partido intenso, con juego ofensivo y vertical. Son de esos encuentros en los que no se puede descansar", explicó Agustín. "A esa altura del torneo ya se empezaba a sentir el desgaste físico. Todavía me acuerdo del abrazo en el gol. Nadie podía hablar por no tener aire", rememoró Cammareri sobre el tanto de la victoria, que llegó de la mano de Juan Gilardi y le dio los tres puntos al combinado nacional.
El histórico triunfo sobre los locales marcó un antes y un después en la mentalidad del plantel. "Al haber jugado con tanta personalidad y ritmo, me di cuenta que estábamos para algo serio", confesó Cammareri. Su compañero, en tanto, comentó: "Empecé a pensar concretamente en algo importante después del tercer partido. Los varones siempre tuvimos el problema de la regularidad. No me había sorprendido nuestro nivel, sólo me preguntaba si éramos capaces de sostenerlo a lo largo del torneo".
El 25 de junio fue el día en el que Argentina, con sus siete unidades, enfrentó a España y pudo haber asegurado su lugar en la gran final del torneo. "Se trataba del partido más importante. Lo perdimos... Si empatábamos éramos finalistas. Lamentablemente no se pudo", lamentó Corradini.
En la última fecha, el conjunto albiceleste se recuperó de la única derrota del torneo y goleó a Corea del Sur por 4 a 2 para meterse en la definición del bronce. En ese cruce final, nuevamente el rival fue Holanda y si bien no fue una victoria en el tiempo reglamentario, el triunfo arribó gracias a los penales (5-3) tras haber empatado 2 a 2.
"Fue un torneo que se disfrutó mucho. Al haber sido organizado en Holanda le dio un sabor especial por el marco. Éramos un equipo que tenía una espina clavada por haber quedado afuera de los Juegos y por lo menos pasamos el 2008 con un logro importante", analizó Cammareri sobre el hecho que marcó a la disciplina en la rama masculina. Corradini, por su parte, contó a manera de balance personal: "Fue una experiencia hermosa. Me acuerdo como preparamos ese torneo, el nivel de cargas previas y la manera de entrenarse. Fue un gran aprendizaje".
¿Argentina podrá lograr estos primeros puestos en un futuro? "Ojalá que sí. Hay que mejorar muchísimas cosas, desde la infraestructura para el desarrollo de los jugadores hasta un buen torneo de primera división, que a mi modo de ver cada vez esta peor organizado", explicó Lucas. Agustín, en tanto, sostuvo: "Yo creo que sí. Si antes, con menos jugadores, menos canchas y menos apoyo pudimos lograr cosas importantes, ¿por qué no ahora? Tenemos que trabajar mucho, no sólo la Confederación Argentina, sino también todos los que trabajamos con los menores en los clubes".
 


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